1.- El Mexicano promedio no envidia a su vecino por ser una persona culta y honesta, lo envidia por tener una casa mas grande o un carro mas lujoso, cuantas veces hemos oído frases como: “mira nomas que carrazo trae ese PENDEJO!”. No nos damos cuenta que cuando el pendejo se baja del carro, sigue siendo exactamente lo mismo? Un pendejo mas. Que cuando sale de su mansión, sigue siendo un pendejo. Y es que el mexicano se guía mas por la filosofía del TENER y no tanto por la del SER. Por eso se le envidia a aquel que ES un pendejo, pero TIENE un carro lujoso. Independientemente de cómo lo obtuvo o de si vale mas el carro que el conductor mismo. Por esto mismo muchos viven esclavizados por sus pertenencias materiales, mas triste aun, cuando estas pertenencias son completamente superfluas (dispensables).
Siguiendo esta lógica, es envidiable un servidor publico que usa de su puesto para enriquecerse a si mismo sin cumplir con la ciudadanía, o un criminal que mata y roba para obtener mas rápidamente dinero y poder?
2.- El mexicano promedio no lee, no porque no le guste la lectura, sino porque simplemente no sabe si le gusta o no. Y como saber si le gusta, si nunca se ha armado de valor para empezar a leer? Además, “que hueva”, si el control de la tele esta mas cerca, y solo tengo que prender la televisión y me evito cualquier esfuerzo mental. Si al menos la televisión tuviera un contenido mas valioso, pero basta con ver “cosas de la vida” y demás programillas populares para darse cuenta de lo que hay…
3.- Al mexicano promedio no le gusta pensar y reflexionar, en primer lugar porque cuesta trabajo, porque no se tiene ese habito, y en segundo lugar porque, cuando uno piensa y reflexiona, se puede llegar a dar cuenta de muchos errores propios, y el sentimiento de culpa o el arrepentimiento no son nada agradables. Pero si no reflexionamos de nuestros errores, como vamos a llegar a solucionarlos? Mejor seguir cometiendo los mismos errores de siempre, y quejándonos siempre del mismo modo por los efectos negativos que nos ha traído el cometer esos errores.
De reflexionar y pensar en las cosas a largo plazo, no hay mucho que decir, a los mexicanos promedio nos gustan las cosas rápidas y fáciles, ahora mismo. Lo que venga después, “pos ya veremos”.