Espero que les sean de utilidad.

Un ladrón entró al banco gritando a todos:
“Que nadie se mueva, el dinero no es de ustedes, su vida en cambio les pertenece”.
Todos en el banco, en silencio y lentamente se tiraron al piso.
A esto se llama “Conceptos para cambiar mentalidades – Cambia la manera convencional de pensar en el mundo”.

En eso, una mujer se acostó provocativamente en uno de los escritorios, pero el ladrón le gritó:
“Por favor, compórtese, ¡se trata de un robo, no de una violación!”

Esto se llama “Ser profesional — ¡Enfócate en lo que estás especializado en hacer!

Mientras los ladrones escapaban, el ladrón más joven (con una especialidad MBA) le dijo al ladrón viejo (que apenas terminó la primaria)

.-“Oye viejo, contemos cuánto es”, el ladrón viejo evidentemente enojado le replicó:

.-“No seas estúpido, es mucho dinero para contarlo, esperemos a que en las noticias nos digan cuánto perdió el banco”.
A esto se llama “Experiencia” — hoy en día la experiencia es más importante que un papel de una institución académica.

“Porque reí
porque lloré
porque viajé con mi soledad
Tengo presente que
jamás te olvidaré”
Mercedes Sosa

Nací crecí, sufrí, lloré, reí, había inocencia en mis ojos, desconfianza, curiosidad.

Por eso cuando te beso, no te beso solo yo, te besa el niño que descalzo caminaba entre la milpa, sintiendo la tierra entre sus dedos, sus pies como raíces iguales a las del maizal que abonaba. Te besa también el chiquillo que calzaba gustoso sus tenis nuevos, y se lanzaba a la calle a estrenarlos en una cancha de tierra, y aún bajo la lluvia jugaba entre columpios hechos con una soga amarrada a gigantes eucaliptos, te besa el estudiante enamorada que llega cada mañana a la escuela corriendo para poder ver a la chamaca de tez morena y enorme sonrisa, te besa el joven lleno de esperanzas y ganas de cambiar al mundo, y te besa este testarudo que a pesar de los años sabe que ha aprendido poco y siempre a fuerza de tropiezos.

Cuando te abrazo, te abraza ese chiquillo que corría a los brazos de su madre a refugiarse de la cólera de papá, te abraza el que se aferraba a una almohada y soñaba con la sonrisa de aquella chica, te abraza la fuerza del universitario enérgico, te abraza este viejo que se te aferra como tabla de salvación.

Porque no soy sino un resumen de lo que he vivido.

Constantes lecciones me dio y sigue dando la vida, unas fueron tiernas como el regaño de mi madre, el castigo casi simbólico, y otros fueron trágicos baldes de agua fría que me despertaron, como la agonía o la muerte. Y si también hay lecciones tan esperanzadoras como la germinación y nacimiento de lo más hermoso que existe en mi vida.

Las lecciones de la vida deben repetirse pocas veces, pues constantes fracasos en lo mismo, no significa otra cosa que no se puede aprender. Así que permanezco atento, y trato de aprender.

Y para no redundar, cuando te beso, cuando te abrazo no soy solo yo, sino todos los yo que he sido… y cuando te extraño no te extraño solo yo.

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